¿Cuántas veces nos tocó volver a comenzar de nuevo?
¿Cuántas veces nos sentimos tan fuertes que nos avergüenza tener el corazón roto? (como si eso nos hiciera menos dignos)
Quizás una de las cosas más difíciles de sobrellevar, es terminar con alguien aún cuando no quieres hacerlo, pero sabes que no hay otra opción para que puedas encontrarte a vos misma y ser consciente de lo que realmente mereces.
Es realmente agobiante tener que atravesar por esa parte tediosa en la que tenes que conocer gente nueva y salir de esa burbuja en la que te encontrabas. Tenes que comenzar a hablar de nuevo, de lo que te gusta, de lo que no, que haces en tus tiempos libres, cuántos años tenes, en que ciudad vivís, ufff OTRA VEZ NO!
Pero la realidad es que como todo en la vida, se trata de eso, caer y volver a empezar constantemente, y acostúmbrate porque es así, nada en este universo esta creado para ser perfecto, ni siquiera una torta dulce con forma de corazón que trata de llenar ese enorme vacío llamado AMOR.
Cuando termina una relación, hay que tratar de no quedarse en la fase de dudas y mucho menos hundirse en la tristeza, hay que buscar la manera de ver otro panorama; en vez de lastimarte cuestionándote en «Que hubiera pasado si…» «pudo haber funcionado mejor si yo…»
¿Por qué mejor no te preguntas qué es lo que puedes hacer para superar la ruptura?
El amor, no debería quitarte la dignidad, puedes querer mucho incluso creer que amas a esa persona, pero hay límites. Por ahí dicen que el amor es ciego porque no vemos cómo es en realidad ese ser que amamos, pero creo que también se refieren a que hacemos muchas cosas sin darnos cuenta.
Te tenes que dar cuenta que te mereces más de lo que una mala relación puede ofrecerte, una relación que te saque más sonrisas que lágrimas, más presencias que ausencias, más apoyo incondicional, te mereces que se preocupes por vos, que te sientas protegida; recuerda que muchas veces, eso que llamamos amor, no nos permite ver lo que los demás perciben (esto lo digo por experiencia propia). Pensa primero en vos, no insistas, no ruegues y mucho menos a alguien que decidió ya no estar a tu lado.
Por otra parte tenemos a los que se encuentran atrapados en una relación en la que ya no hay amor, donde gana la rutina y que siguen porque «es lo que hay», no son felices pero lo aceptan porque «así es la vida»… Después se ven las consecuencias porque terminan cayendo en la profundidad de la señora llamada tristeza sin encontrarle el sentido a nada porque todo resulta tan confuso que no podes si quiera pensar en ello; y cuando crees que la mejor decisión es terminar con esa relación, la mente no encuentra razones, ni motivos y mucho menos FUERZAS. Tenemos mucho miedo al fracaso, miedo de volver a empezar, miedo a la soledad.
Todos pasamos por situaciones difíciles en la vida, lo sé y quizás más de alguna vez te lo han dicho para consolarte, porque es una de las frases de consuelo más fáciles que se pueden decir y que te sacan del apuro de decirle a alguien que irán mejor, a veces te quedas pensando preguntándote por qué la vida se pone más difícil de lo que esperas, porque no puedes llorar, porque no puedes desahogarte; lo cierto es que sí podes, pero hay algo que te frena, que te lo impide, y eso que te frena es el miedo, es miedo a mostrarte vulnerable, el miedo a que el dolor te ahogue… No le tengas miedo a llorar, es la mejor manera de quitarte la angustia y aclarar tu mente.
Disfruta y aprecia tu momento a solas y aprovéchalo para descubrirte y conectarte con vos misma, te hará mucho mejor y podrás darte cuenta de qué es lo que te hace sentir triste y cómo lo puedes manejar.
«HAY QUE DARLE TIEMPO AL TIEMPO»
Asumir con calma que no será fácil, que un amor no se olvida en una semana, que es un proceso lento; pero con fuerza y decisión, pasará en algún momento.
Cuando pases ese tiempo a solas, respetando el duelo que hagas es momento de volver a confiar, de reconstruirte, de volver a ser independiente y auto-suficiente, de dejar de tener miedo, de atreverse a sepultar viejos dolores, de abrir la puerta a nuevas ilusiones y caminar sin mirar hacia atrás.
Y sin darte cuenta, cuando menos te lo esperes, volverás al ruedo, volverás a soñar, a vivir, e inevitablemente y con seguridad, te volverás a enamorar.
DE ESTO SE TRATA LA VIDA, DE CAERTE, APRENDER Y VOLVERTE A LEVANTAR.
gracias! me animaste el día! y claramente eso tenemos q hacer siempre! qué hacer para superar! Saludos! digno de compartir!
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Eso es lo que temos que hacer, aunque cueste llevarlo a la práctica todo con esfuerzo es posible. Abrazo ☺
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Lo has explicado muy bien. Muchas personas siguen en relaciones que les hacen parcialmente felices, por la pereza que les genera volver a empezar de cero, a conocer a alguien, entenderlo y acostumbrarse a él. Pero siendo jóvenes, hipotecar nuestro amor a alguien que en el fondo no es lo que queremos, es una forma bastante triste de engañarse a uno mismo y de sufrir por una ilusión.
Cuando finaliza una relación el dolor es temporal. Puede durar un minuto, una hora, un día o incluso un año, pero eventualmente se calmará. Decirlo es fácil, pero acaba sucediendo así 🙂
Un abrazo.
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Decimelo a mi, sigo intentando que ese dolor pase. No es fácil pero se puede. Gracias por seguir acá conmigo Pablo.
Abrazo enorme 🙂
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No sé si es caer o adaptarnos lo que hacemos. En cualquier caso, ¡que sea para bien!
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A veces no sabemos lo que esta bien o lo que esta mal, o sí, pero nos rehusamos a ver lo que realmente pasa. Cuesta, es difícil, pero se puede salir de ese circulo vicioso, solo hay que abrir los ojos, o al menos aprender a abrirlos.
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Y a veces lo que está bien en un momento está mal en otro. Todo tiene matices y aprendizajes.
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Exacto, todo es relativo.
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