Más razones

Es conocido y compartido, casi por la mayoría, que las mujeres invierten mucho más en sus relaciones. Ponen todo su esfuerzo, y se abren en canal para dar lo mejor de ellas. Entregan su corazón y su alma sin pensar que pueden romperlo. Se colocan en un segundo lugar, para regalar todo su amor a su pareja. Para al final acabar sufriendo. El amor te hace pensar diferente y ver las cosas desde una perspectiva distinta. Cuando te enamoras, confías en tu pareja y se lo das todo, no te das cuenta de lo mal que te está tratando. Estás encerrada en tu idea de relación perfecta que has creado solo tu y no ves el daño que te estás haciendo.

Solo en el momento que empiezas a respetarte a ti misma, adquieres la capacidad de evaluar tu relación de pareja de una forma mucho más racional. Y por eso, una mujer tiene el valor de dejar a un hombre que sigue amando, pero que sabe que no le hace ningún bien.
Existen más razones:

1. El egoísmo sale caro en una relación
Cuanto más tiempo dedican los hombres a realizar sus actividades, y menos a su mujer, mayores o menores problemas tendrán en su relación. Las mujeres entienden que el hombre con quien comparten su vida tenga sus aficiones, pero también les gusta ser una prioridad, no quieren ser tratadas como una simple compañera de convivencia. Si las conexiones entre vosotros ya no existen, la mujer ya no sentirá la necesidad de permanecer al lado de ese hombre. Lo que más necesita una mujer es certeza y seguridad en una relación, si un hombre hace muchas promesas y luego no cumple ninguna, esa mujer acaba rompiendo con él.

2. La falta de intereses comunes no son una buena señal
Es verdad que la gente varía sus intereses con el tiempo, pero si en una relación no existen intereses comunes de pareja, si el hombre no se amolda un poco a los gustos de la mujer, y la mujer a los del hombre, es que esa relación no tiene futuro. La ausencia de esos intereses comunes que los ayudaron al principio a enamorarse, será lo que acabe con su relación.

3. Las inseguridades
Las inseguridades matan lentamente cualquier relación. Una persona insegura proyecta un ambiente negativo hacia los demás. Muchas veces una mujer deposita toda la confianza sobre su pareja pero cuando este le falla , nada vuelve a ser lo mismo, por lo que las inseguridades van aumentando y cuando llegan a un cierto punto caemos en la profunda tristeza de terminar la relación.

4. Cuando empiezan a hacer caso omiso a los pequeños detalles
Los detalles más pequeños son los que más importan cuando hablamos de relaciones. Las personas que prestan más atención a estos pequeños momentos, son las personas que son más felices en la vida y en sus relaciones. Los que solo prestan atención cuando es algo grande, son personas que solo les importan las cosas materiales de la vida.

5. La falta de comunicación en la pareja es lo que va a poner el punto y final
Las mujeres necesitan hablar, y no es normal para ellas tener a su pareja al lado, pero que esté ausente la mayor parte del tiempo. Esto es una clara razón para que una mujer no se aferre a esa relación y decida terminar con ella. Es necesario que un hombre sepa escuchar, y no solo asentir con la cabeza. Prestar atención y formar parte de la conversación.

6. Tratar de cambiarlo
Una mujer sabe cuando debe dejar a ese hombre que ama cuando trata de cambiar todo de él. El amor por esa persona empezó porque era de una manera en concreto, y si ahora quiere que sea de otra forma, no va a funcionar. Todos debemos ser amados por lo que somos y no por lo que al otro le gustaría que fuésemos.
Pero si esa persona no llega a cambiar esos malos hábitos de lastimarte es mejor que salgas YA de esa relación.

7. Las mentiras no deberían existir nunca
Una relación se basa en la confianza, por lo tanto no es aceptable mentirle a esa persona que amas. Ocultar cosas por miedo a hacer daño a la otra persona tampoco es lo correcto, una verdad que duele es mucho mejor que una mentira. Una mujer empieza a alejarse del hombre que ama cuando empieza a ver pequeñas mentiras en el día a día, que hacen pensar que puede mentir en algo más grande más adelante.

8. Cuando tu pareja empieza a ser demasiado frío
Cuando empiezas a poner barreras con tu pareja, empiezan los problemas. La mujer solo quiere pasar un rato con su pareja, ir a cenar, ver una película, pero si el hombre está ausente y distante durante todos los momentos, al final se acaba apagando esa chispa.

9. Cuando el hombre no te regala el tiempo suficiente
Las mujeres prefieren pasar tiempo con sus parejas, antes que regalos materiales. El tiempo es el regalo más valioso que puedes darle a una persona que amas. Cuando un hombre accede a pasar tiempo con esa mujer es porque le importa, le gusta estar con ella y se lo pasa bien. Las personas que siempre están demasiado ocupadas para sus parejas, terminan solos.

Cuando por fin aprendí a decir que no

La confianza tarda mucho tiempo en construirse y sin embargo, puede evaporarse en un sólo segundo. Ser realmente feliz es el resultado de la combinación de muchos factores, pero si sólo uno de ellos falla, la tristeza llama rápido a tu puerta. Cuando esperas algo de alguien y no lo hace, la decepción es terrible e inminente en cambio, el éxtasis de que sí cumpla tus expectativas es mucho más efímero.
Los seres humanos tenemos la mala manía de luchar entre el orgullo y la felicidad, sin darnos cuenta que entre ellos existen matices.
Hay que ser flexible pero no débil. Hay que tener orgullo pero este no debe ser mayor que tu felicidad, hay que saber pedir perdón y dar la razón, pero sólo cuando toca, porque una de las cosas más preciadas que podemos tener es la dignidad y el creernos y querernos a nosotros mismos.
A veces, aguantamos situaciones desagradables por alguien, por algo, por el sentimiento que tenemos hacia la otra persona, por evitar problemas, porque creemos que el futuro será mejor si “aguantamos” así, o porque a veces pensamos que si agachamos la cabeza y dejamos pasar lo que nos molesta conseguiremos que la otra persona esté más contenta.
Dejarme que les diga que la primera persona que les debe preocupar son ustedes mismos. Debes sentirte en paz con tu persona, tus creencias, tu verdad y tus sentimientos. Debes buscar el equilibro y nadie debe hacerte sentir menos, no puedes aguantar una situación que te hace daño, te incomoda o no te gusta sólo para agradar o contentar a otra persona.
Un día despertarás y te darás cuenta, que al final lo que cuenta en la vida es estar en paz contigo mismo y no tener que perdonarte nunca porque te has fallado.
De tanto ir el cántaro a la fuente se rompió. Y ese día, comprendí que algunas veces tendremos que decir que NO, y aguantar un pequeño plazo de tiempo una situación desafortunada para vivir más tranquilos en el futuro (sobre todo con ustedes mismos).
No dejes que nadie ningunee tu dignidad, no dejes que tu orgullo te ciegue, y sobre todo no te falles a ti mismo.

Y aquí estoy…

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«Y aquí estoy, después de tantas decepciones sigo en pie, es que uno siempre encuentra la salida,
Todo se supera en la vida.
Ya habrá tiempo para amar de nuevo, ya llegará el momento justo, por lo pronto no espero llamadas ni cariño alguno, entre mis escombros me siento seguro.»
-Kelbin Torres

RECONSTRUIRSE

¿Cuántas veces nos tocó volver a comenzar de nuevo?
¿Cuántas veces nos sentimos tan fuertes que nos avergüenza tener el corazón roto? (como si eso nos hiciera menos dignos)

Quizás una de las cosas más difíciles de sobrellevar, es terminar con alguien aún cuando no quieres hacerlo, pero sabes que no hay otra opción para que puedas encontrarte a vos misma y ser consciente de lo que realmente mereces.
Es realmente agobiante tener que atravesar por esa parte tediosa en la que tenes que conocer gente nueva  y salir de esa burbuja en la que te encontrabas. Tenes que comenzar a hablar de nuevo, de lo que te gusta, de lo que no, que haces en tus tiempos libres, cuántos años tenes, en que ciudad vivís, ufff OTRA VEZ NO!
Pero la realidad es que como todo en la vida, se trata de eso, caer y volver a empezar constantemente, y acostúmbrate porque es así, nada en este universo esta creado para ser perfecto, ni siquiera una torta dulce con forma de corazón que trata de llenar ese enorme vacío llamado AMOR.

Cuando termina una relación, hay que tratar de no quedarse en la fase de dudas y mucho menos hundirse en la tristeza, hay que buscar la manera de ver otro panorama; en vez de lastimarte cuestionándote en «Que hubiera pasado si…» «pudo haber funcionado mejor si yo…»
¿Por qué mejor no te preguntas qué es lo que puedes hacer para superar la ruptura?
El amor, no debería quitarte la dignidad, puedes querer mucho incluso creer que amas a esa persona, pero hay límites. Por ahí dicen que el amor es ciego porque no vemos cómo es en realidad ese ser que amamos, pero creo que también se refieren a que hacemos muchas cosas sin darnos cuenta.
Te tenes que dar cuenta que te mereces más de lo que una mala relación puede ofrecerte, una relación que te saque más sonrisas que lágrimas, más presencias que ausencias, más apoyo incondicional, te mereces que se preocupes por vos, que te sientas protegida; recuerda que muchas veces, eso que llamamos amor, no nos permite ver lo que los demás perciben (esto lo digo por experiencia propia). Pensa primero en vos, no insistas, no ruegues y mucho menos a alguien que decidió ya no estar a tu lado.
Por otra parte tenemos a los que se encuentran atrapados en una relación en la que ya no hay amor, donde gana la rutina  y que siguen porque «es lo que hay», no son felices pero lo aceptan porque «así es la vida»… Después se ven las consecuencias porque terminan cayendo en la profundidad de la señora llamada tristeza sin encontrarle el sentido a nada porque todo resulta tan confuso que no podes si quiera pensar  en ello; y cuando crees que la mejor decisión es terminar con esa relación, la mente no encuentra razones, ni motivos y mucho menos FUERZAS. Tenemos mucho miedo al fracaso, miedo de volver a empezar, miedo a la soledad.

Todos pasamos por situaciones difíciles en la vida, lo sé y quizás más de alguna vez te lo han dicho para consolarte, porque es una de las frases de consuelo más fáciles que se pueden decir y que te sacan del apuro de decirle a alguien que irán mejor, a veces te quedas pensando preguntándote por qué la vida se pone más difícil de lo que esperas, porque no puedes llorar, porque no puedes desahogarte; lo cierto es que sí podes, pero hay algo que te frena, que te lo impide, y eso que te frena es el miedo, es miedo a mostrarte vulnerable, el miedo a que el dolor te ahogue… No le tengas miedo a llorar, es la mejor manera de quitarte la angustia y aclarar tu mente.
Disfruta y aprecia tu momento a solas y aprovéchalo para descubrirte y conectarte con vos misma, te hará mucho mejor y podrás darte cuenta de qué es lo que te hace sentir triste y cómo lo puedes manejar.
«HAY QUE DARLE TIEMPO AL TIEMPO»
Asumir con calma que no será fácil, que un amor no se olvida en una semana, que es un proceso lento; pero con fuerza y decisión, pasará en algún momento.
Cuando pases ese tiempo a solas, respetando el duelo que hagas es momento de volver a confiar, de reconstruirte, de volver a ser independiente y auto-suficiente, de dejar de tener miedo, de atreverse a sepultar viejos dolores, de abrir la puerta a nuevas ilusiones y caminar sin mirar hacia atrás.
Y sin darte cuenta, cuando menos te lo esperes, volverás al ruedo, volverás a soñar, a vivir, e inevitablemente y con seguridad, te volverás a enamorar.

DE ESTO SE TRATA LA VIDA, DE CAERTE, APRENDER Y VOLVERTE A LEVANTAR.

Lacán, el Amor, la Responsabilidad y la Culpa

Algunas de las cosas mas geniales de Lacán son las que escribió sobre el Amor. Partiendo de la base que a todos nos falta algo, que nunca vamos a llenar ese espacio y que eso que nos falta es lo que nos atormenta -algo del orden de “la insoportable levedad del ser”-, Lacan definió el Amor como “dar lo que no se tiene a quien no lo es”… Uf, que difícil explicarlo.

“Dar” no es dar regalos, cosas tangibles, “llenar” al otro con cosas, no es llenar de comida… El dar del Amor es ofrecer eso que no se tiene, eso que no se es, ofrecerle al otro eso incompleto que tenemos, eso que nos falta, sabiendo que el otro a quien nos dirigimos también está incompleto, sabiendo que ni yo te puedo completar, o sea, que no puedo satisfacer todas tus necesidades, y que vos no podés completarme, o sea, no podés satisfacer todas mis necesidades. Si yo intento satisfacer todas tus necesidades, me transformo en un objeto destinado a tapar esa falta, y si soy un objeto, soy una cosa, no un sujeto (sujeto, en Psicoanálisis es algo mas que decir “persona”). Pero vamos a no cesar de intentarlo cada día. pero vamos a intentar, todos los días, de entendernos pese a ese malentendido que es, nuevamente según Lacan, la relación entre un hombre y una mujer.

Amor es dar eso insoportable. ¿Dar? ¿Ofrecer? Parecería mas un ofrecer, porque siempre está abierta la posibilidad de que el otro no acepte. Este es el riesgo del Amor. Por eso cuando descubrimos que amamos caemos en una situación de precariedad, ya que sin darnos cuenta nos vamos colocando a merced de la voluntad del otro. Ese otro, tan incompleto y necesitado como nosotros, ahora tiene el poder de aceptarnos o no… La historia personal de cada uno será determinante para ver como se tolera esta instancia. La calidad de los primeros objetos, como están introyectados, nos hará mas vulnerables, esperanzados, seguros, paranoides, indolentes, etc, etc, etc.

Raramente nos acordamos que nosotros también tenemos la posibilidad de pegar “la media vuelta” y no sufrir…

Si yo te quiero para que me completes, te anhelo como un objeto, y eso te sigue dejando en una situación de “paquete” que te ponen en un lado u otro. Surgir como sujeto es reconocer qué querés vos, cuales son tus necesidades, tus deseos, tus vulnerabilidades, tus fortalezas y animarte a no ser un objeto de los demás, a no ser un paquete que sacan de un lado y ponen en otro de acuerdo a los deseos de los demás. Esto tiene que ver con hacerte la pregunta “¿Qué quiero yo?”.

Jacques Alain Miller, el principal discípulo (y yerno) de Lacan, dice que el Amor se dirige a aquel que, pensamos, conoce nuestra verdad y nos ayuda a encontrarla soportable… Y el Amor es lo que permite soportar esa verdad, porque esa verdad nuestra es sumamente difícil de aguantar, porque siempre se trata de lo mismo, de darnos cuenta que nos falta algo y que no encontramos forma de satisfacer eso.

Y nunca hay forma.

En una entrevista que le hicieron a Miller, le preguntaron qué es verdaderamente amar. Y dijo algo fabuloso: “Amar verdaderamente a alguien es creer que amándolo, se accederá a una verdad sobre uno mismo. Amamos a aquel o aquella que esconde la respuesta, o una respuesta a nuestra pregunta: “¿Quién soy yo?”.

Lacan también decía algo que se malinterpretó muchas veces: “el Amor siempre es reciproco”. Explica Miller en esa entrevista: “No quiere decir que basta con amar a alguien para que él lo ame. Eso sería absurdo. Quiere decir: “Si yo te amo, es que tu eres amable” (amable en el sentido de ser alguien a quien se puede amar, que genera amor en otros, aclaración mía que no figura en la entrevista). “Soy yo quien ama, pero tú, tú también estas implicado, puesto que hay en ti algo que hace que te ame. Es reciproco porque hay un ir y venir: el amor que tengo por ti no es solo asunto mío, sino también tuyo. Mi amor dice algo de ti que quizás tu mismo no conozcas.” Eso no asegura en absoluto que al amor de uno responderá el amor del otro: cuando eso se produce siempre es del orden del milagro, no se puede calcular por anticipado”.

¿Y qué pasa con la culpa? ¿Qué pasa cuando no logramos darnos permiso ni siquiera para sentir? Desde el Psicoanálisis se nos propone desvictimizarnos, salir del lugar de la victima, la victima de las circunstancias y del tormento interior y, en consecuencia, en vez de decir “me siento culpable” asumir la responsabilidad por lo que sentimos. Una “ética de la responsabilidad” es salir de la “ética de la culpa”…. Claro, no es fácil. La culpa nos paraliza, no nos deja actuar… En definitiva, la culpa nos deja en suspenso, y logra que no avancemos… Nos hace el juego, es funcional a nuestros miedos mas ancestrales de salir del cascarón, de ser un objetito, y transformarnos en sujetos de pleno derecho y deseo. Si sentimos culpa, NO TENEMOS OBLIGACION DE ACTUAR!!!!! La culpa, en definitiva, nos conviene…

Actuar por culpa tiene, en la mayoría de los casos, un efecto aniquilador: cuando decidimos algo en contra de nosotros mismos y por la culpa que nos genera algo o alguien, vamos a terminar, sistemáticamente, haciéndole pagar un alto precio a quien parecería ser el beneficiario de nuestro sacrificio. Cuando las cosas no las hacemos por amor genuino sino por culpa, algo del orden de la agresión y del odio se va a traslucir en nuestras acciones. Porque le hicimos cargar a ese supuesto beneficiario con todo el peso de no haber asumido nosotros mismos lo que realmente queremos. Cuando en realidad, la responsabilidad siempre es nuestra, aunque no la asumamos.

Lacan decía que la culpa nacía de haber cedido al deseo. No importa en qué plano. Para la mente da lo mismo si se fantasea o si se lleva a la realidad. Algo del deseo mas genuino se asomó y la culpa aguijoneó.

Otra de las consecuencias de vencer la culpa y asumir la responsabilidad es que no queda mas remedio, de esta forma, que empezar a tomar las riendas de la propia vida, y eso también es hacerse responsable de los demás y de lo que vamos generando cuando nos convertimos en personas “amables” al decir de Miller. Dicen algunos que el sujeto que surge de la responsabilidad no necesita refugiarse en la culpa, solo responder a su deseo. El deseo que lo transforma en un sujeto y que le permite salir de su eterno rol de paquete, de objeto.

Hacerse cargo de los propios sentimientos es muy difícil. Pero absolutamente imprescindible.

La valentía y la verdad van de la mano. La mentira se escuda en la cobardía, son socias. El silencio, muchas veces, es un cómplice.

Prestemos atención a los sentimientos que nos generan las personas y a los que generamos nosotros en los demás. A veces son una buena señal de como estamos internamente respecto al resto de cosas y no solo respecto a lo que aparece como lo mas directamente involucrado.

Sin valentía y sin responsabilidad no hay forma de acercarse al milagro del Amor compartido. Pocas veces es posible siquiera que se nos presente la oportunidad de conocerlo. Todo lo demás, es pura farsa.

Lic. Inés Tornabene – 17.12.10

INMUNIDAD por Sara Búho

link: INMUNIDAD
Existen personas que hacen que te cuestiones el amor
después de haberlas amado con toda tu alma.
Personas que te hacen descubrir que amor y odio no son antónimos,
personas que no se van aunque ya nunca vuelvan;
que están incluso cuando no han llegado a quedarse.
Hay personas que van más allá del amor,
del reloj y del espacio.
Hay personas que permanecen sin aferrarse
y sin pretenderlo.
Personas que ni aprietan ni ahogan ni son conscientes
de que son ese tipo de personas;
que pasan de puntillas por tu recuerdo 
sólo para bailar con el olvido sin llegar a fundirse con él.
No puedes luchar contra ellas porque no son el enemigo,
pero hacen de su imagen un duelo temporal con uno mismo
hasta caer en la cuenta de que son ellas y sólo ellas
las que le dan sentido al agua cuando cala hasta los huesos.
Existen personas que nunca dejan de existir
fuera del amor,
fuera del aire,
de la memoria.
Y yo no puedo echarte,
sólo aprender a vivir sin ti
y volver a enamorarme
sabiendo que tú eres inmune al tiempo
aunque ya no te quiera.

Heridas que causa un padre ausente.

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Muchas mujeres compartimos algunas de estas inquietudes como: Me faltó mi padre en mi vida. Estaba ausente. No supe acercarme a él. No pudimos comunicarnos. La relación fue desastrosa o la versión fue tan increíble que lo busco en mis parejas. Todas necesitamos de un padre y la ausencia de éste nos dejan heridas que suelen generar una postura bastante ambivalente en nuestra vida profesional y personal. Cuando un papá no se hace presente el temor frente a la pareja es muy frecuente. Además de que suelen desvalorizarse a si mismas. O que llegan a vivir desconfiando de sus sentimientos.

¿Para qué sirve un padre en la vida de las mujeres?

Un padre es muy importante en la vida de todas las personas. Una figura que debemos reconocer ha sido muy opacada por la madre. El padre genera fuerza, seguridad, confianza, manejo de límites y poder personal.

¿Te parece importante? Definitivamente lo es. La relación con el padre es la que determina cuan exitosa o no serán en sus relaciones con los hombres, lo cual en gran medida, se traducirán la estima que tengan de si mismas. Por otro lado es fundamental entender la proposición freudana de que en la vida de la mujer, su padre es su primer amor, en sentido figurado. La hija traslada la imagen de papi al hombre que ama, si papá fue funcional es probable que la mujer se sienta inclinada a repetir la experiencia y busque/encuentre un hombre psicológicamente sano. Es decir, si papá fue un hombre cálido, enterado de las necesidades tanto psicológicas como físicas de la hija (techo, comida, salud, escuelas, diversiones, cariño, respeto del desarrollo sano de la individualidad de la hija, de su necesidad de pertenencia al grupo familiar, de la evolución de sus apegos, primero a los padres y hermanos, después a los amigos, y posteriormente , al novio que la llevará fuera del núcleo familiar), entonces ésta, como es fácil de imaginar, querrá y podrá encontrar en otro hombre las características tan sanas que componen la personalidad del padre y que le reflejen sentimientos de vida hacia los hombres.

Por desgracia, aunque esto último sucede, no es la generalidad. Otro beneficio de tener un “buen padre” es desarrollar niveles de independencia altos y a la hora de tener un novio se demore la iniciación de la vida sexual.

¿Qué tipo de padre tuviste?

El ausente físicamente.

Un padre ausente genera hijas necesitadas de pareja y con un miedo terrible al abandono. Suelen apegarse asfixiantemente y es sumamente importante trabajar con estas mujeres el desapego. De lo contrario cualquier hombre que se relacione con ellas se sentirá asfixiado en poco tiempo.

Es probable que se busquen relaciones dependientes donde nunca sera suficiente el amor ni la atención de la otra persona. Para aumentar la herida se buscarán personas poco comprometidas y que tienen el cartel en la frente “te abandonare”.

El ausente emocionalmente.

Una relación de abandono emocional con el padre en la primera infancia o en la pubertad puede provocar que mujeres exitosas en diversas áreas, tengan vidas desastrosas en relación con el amor, pareja y todo lo concerniente a lo emocional. Un padre egocéntrico que se dedica a buscar lo que necesita, se le dificulta ver las necesidades emocionales de los otros, no tienen consciencia de que su esposa e hijos necesitan de el.

Con un padre así, cuando niña, tu solo sientes o intuyes que no te amaban o aceptaban como tu pequeño ser necesitaba, de esta manera desarrollas comportamientos basados en las conductas de los otro hacia ti, en este caso, de tu padre y tu madre, incluyendo el conflicto que vivían de pareja. Todo esto conformo tu personalidad a la que llamaremos disfuncional, porque en el presente no funciona, no logra ayudarte a ser feliz, a amarte a ti misma, a convencerte de que te aman y por eso no escoges hombres que sepan amar, que puedan amarse a si mismos.

La hija tendrá una relación con la madre exagerada en resentimiento, al creer (quizá inconscientemente) que fue ella quien no permitió que el padre se acercara más a la hija cuando era pequeña, o no se lo pidió.

El controlador.

Genera mujeres sumisas y obedientes. Con miedo a soltarse y tomar la responsabilidad de su vida. Actúan como niñas pequeñas buscando aprobación y cuidado. Generalmente buscan hombres controladores y machistas. Suelen sufrir bastante sus relaciones. Con estas mujeres hay que trabajar intensamente su autoestima y desarrollo personal.

El violento.

Genera mujeres sometidas y victimas de agresión. Suelen ser conflictivas y poco responsables con su seguridad personal. Con ellas es muy importante trabajar el manejo de límites y el cuidado personal Además de mostrar nuevas opciones de relacionarse.

El súper amigo complaciente.

Genera la sensación de que es la figura ideal y no permite a la mujer seleccionar sanamente a su pareja. Con ella habría que trabajar el corte del lazo energético y el desprendimiento. Así podría elegir a su pareja sin falsas expectativas. En general lo ideal es saber soltar nuestro rol de niñas sumisas y actuar responsablemente como las adultas que ahora somos y tomar de la figura paterna lo que necesitamos.

¿Te sientes digna de ser amada?
Cuando se revisa la autoestima de la mujer, es importante revisar la de la madre y aún la de la abuela, porque no solo se heredan los rasgos físicos sino los vacíos emocionales. Cuando una mujer tolera infidelidad del esposo, el valor de la madre como mujer disminuye y la autoestima esta por los suelos, y a la vez esa baja autoestima es transmitida a los hijos, y en la edad adulta buscaran relaciones toxicas, y se buscara repetir la historia de la madre, que en cada relación busca al padre, al padre comprensivo, que la cuide que la colme de mimos y cuidados que el padre no le proporcionó, no el padre ausente, aunque este ahí.

El padre puede estar ahí físicamente, pero no en espíritu, no esta comprometido con la relación.
Por eso es importante preguntarse si tenemos relaciones tóxicas que nos hace buscar al padre y su desamor en cada una de las relaciones.

Padres divorciados
Es difícil darse cuenta cuanto resultará afectada la hija como consecuencia del divorcio de sus padres, si es muy pequeña, ya que no puede verbalizar la manera en que vive la separación familiar, cuando se manifiesta el daño es en la adolescencia, o en bajas calificaciones, en problemas alimenticios, o en etapas de crisis de la edad adulta.

Aquí el padre en su duelo egocentrado, solo puede ver su coraje y dolor por la pérdida. Mientras el padre no se despoje de la ira que siente hacia la ex-esposa no estará emocionalmente disponible para la hija. Los padres divorciados en muchas ocasiones demuestran su presencia a través de regalos, visitas al centro comercial, de una llamada telefónica, pero esto no llenará el vacío físico y amoroso del padre que la hija necesitaba.

Otra mujer en la vida del padre
Las emociones manifestadas son de tristeza, resentimiento, ira, temor, dolor, deseos de venganza, sentimientos suicidas. Una hija adolescente podría tener problemas como obtener bajas calificaciones, dejar la escuela, embarazos no deseados, entrar en un estado de depresión, enfermedades psicosomáticas, escapar de casa, uso de sustancias tóxicas.

Cuando pensamos en el bienestar de nuestros hijos, planeamos darles aquello que nosotros no tuvimos, luego, cuando llega el primer niño, nos topamos cara a cara con la realidad de que ser padres es mucho más que un tierno sueño. Unos días nos encontramos haciendo las cosas que prometimos no hacer nunca, o cedemos.

Necesitamos desarrollar habilidades, a menudo demasiadas, que no aprendimos en nuestra familia de origen.
Pero ¿qué ocurre si nuestro padre no fue funcional?. Ahora sanaremos en nuestra vida esta figura. De eso se trata de no pasarnos la vida lamentándose sino de poner manos a la obra en las soluciones. A continuación te dejamos algunos ejercicios de tratamiento que son bastante sencillos.

Ejercicios de Tratamiento
• Asiste con tu padre o con quien represente su energía (En caso de padre ausente) y pide que te de un abrazo. En tu mente repite “Papá tomo mi energía. Me vuelvo poderosa, segura y fuerte. Acepto mi responsabilidad para conducir mi vida como la adulta que ahora soy”

• Escribe una carta con puño y letra donde saldes cuentas pendientes con tu figura paterna. Puedes ser explicita pues no la entregaremos a la persona. Solo nos permitirá limpiar nuestra mente. Una vez terminada léela en voz alta y después quémala.

• Valora las cosas positivas (Por difícil que esto sea en tu caso) esto te permite liberar el resentimiento y la única beneficiada siempre serás tú.

Para mujeres que tienen experiencias paternas de naturaleza enfermiza, una reconciliación espiritual le da una sensación de protección que también actúa como factor estabilizante, que es lo propio que le daría el padre: estabilidad, seguridad, fuerza, respaldo.

En definitiva, estas cosas que marcan la vida y el corazón de las personas, tienen que expresarse, charlarse, desahogarse. Hay que sacarlo todo afuera para que adentro nazcan cosas nuevas. Trabaja con cada uno de los ejercicios propuestos y disfruta dándote todo lo que necesitas ahora que eres una adulta. Ya no es tu imagen paterna de niña la que te daña sino la que has forjado en tu mente.

Por Blanca Mercado

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